A la mayoría de los insoportables les mueve un mismo objetivo: atacar
la autoestima de sus víctimas y alterar su equilibrio emocional. Según
relata Lilliam Glass es su libro Relaciones tóxicas, existen pautas
generales que harán más fácil convivir con indeseables:
Descargar la tensión.
Cuando alguien es realmente insoportable y no
hace otra cosa que molestar, los demás segregan más adrenalina, el
corazón les late más rápido y la respiración se altera. Para evitarlo,
hay que respirar por la boca aproximadamente dos segundos, contener la
respiración mientras se cuenta hasta tres, expulsar el aire y esperar
otros dos segundos sin respirar.
Dejar de pensar.
Lo mejor es utilizar frases positivas sobre uno mismo
-como "estoy deseando llegar a casa para darme un baño caliente y
relajarme"- cuando el molesto agobie demasiado.
Ponerse en su lugar.
Se trata de hacer ver al insoportable cómo se
comporta, haciendo lo mismo que él.
Enfrentamiento frontal.
A veces, no queda otro remedio que decir al
insoportable de turno que está molestando y por qué. Eso sí, hay que
hacerlo sin alterarse demasiado.
Fantasear. O lo que es lo mismo, imaginar lo que se haría al
indeseable pero sin llevarlo a cabo; ayudará a exorcizar los malos
humores
la autoestima de sus víctimas y alterar su equilibrio emocional. Según
relata Lilliam Glass es su libro Relaciones tóxicas, existen pautas
generales que harán más fácil convivir con indeseables:
Descargar la tensión.
Cuando alguien es realmente insoportable y no
hace otra cosa que molestar, los demás segregan más adrenalina, el
corazón les late más rápido y la respiración se altera. Para evitarlo,
hay que respirar por la boca aproximadamente dos segundos, contener la
respiración mientras se cuenta hasta tres, expulsar el aire y esperar
otros dos segundos sin respirar.
Dejar de pensar.
Lo mejor es utilizar frases positivas sobre uno mismo
-como "estoy deseando llegar a casa para darme un baño caliente y
relajarme"- cuando el molesto agobie demasiado.
Ponerse en su lugar.
Se trata de hacer ver al insoportable cómo se
comporta, haciendo lo mismo que él.
Enfrentamiento frontal.
A veces, no queda otro remedio que decir al
insoportable de turno que está molestando y por qué. Eso sí, hay que
hacerlo sin alterarse demasiado.
Fantasear. O lo que es lo mismo, imaginar lo que se haría al
indeseable pero sin llevarlo a cabo; ayudará a exorcizar los malos
humores
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